lunes, 22 de junio de 2009

Francisco de Val: Camino del cielo

...por el camino adelante hasta que encuentres el cielo...

Seguimos en el año 50: “Camino del cielo”, una importante canción de Francisco de Val que acompaña en la otra cara del disco a otra gran canción: “Qué bonito es mi niño”. Ambos boleros son cantados por Carmen de Veracruz. En 1951, en Madrid se publica la partitura de dicho bolero con letra y música de F.
de Val. En la entrada “Francisco de Val: erotismo y censura” ya hablamos de los problemas que tuvo la versión original con la censura. Por eso, en 1952, Gloria Lasso interpreta, con su elegancia habitual, una versión mutilada de “Camino del cielo” que tuvo que saber a poco a quienes pudieron escuchar la de 1950. Debió de ser poco antes de su retirada de 10 años por amor, hacia 1955 (en efecto, ese año, mirad la imagen), cuando la canta Gracia Montes. Y, excepto la estrofa del cáliz, la canta completa con un ritmo aflamencado, con gracia y sensualidad. En Enero de 2002, en Sevilla, un nuevo disco de Gracia Montes en el que recoge sus grandes éxitos, entre ellos “Caminito (sic) del cielo”.
Estudiando los mecanismos de creación de Francisco de Val, me voy dando cuenta de que en muchas de sus canciones, como en “Camino del cielo”, se produce una asociación de amor y religión. Entiendo que en aquella España de los 50, (salvo en círculos muy reducidos que, de existir, se darían en el exilio), no podía darse, al menos por estas tierras, una experiencia amorosa exclusivamente laica, independiente de cualquier relación con la religión. Y Francisco de Val, hijo de su tiempo, manifiesta constantemente ese binomio amor-religión. Hablamos, en la entrada anterior, de esa misma relación en la jota navarra. Y ponía de ejemplo la de Cuando rezas el Rosario quisiera ser, vida mia, navarrica, capullico, flor de mayo, cuentecica entre tus dedos, y oración entre tus labios. Y quien dice jota navarra, dice canción popular de cualquiera de las tierras de España. Si alguien lo pone en duda, que se pare a pensar en la relación de la religión, por ejemplo, con el fútbol (basta ver a quién ofrecen sus triunfos los equipos. [Este año la Moreneta estará contenta con el Cha-Co-Lí: Champions, Copa y Liga)], o con las fiestas (las únicas laicas, el 6 de diciembre y el 1 de mayo). Los ejemplos de esa asociación son innumerables (y no sólo, como veis, en la época franquista).
Y, más aún, me he convencido de que Francisco de Val es totalmente sincero cuando expresa sus sentimientos amorosos acompañados de elementos cristianos. No creo que la religión sea utilizada por él como un adorno convencional, una excusa inevitable o, aún menos, un acompañante incómodo para dar rienda suelta a sus sentimientos. Tampoco, al menos en la letra de esta canción, me da la impresión de que Francisco de Val sublime sus sentimientos amorosos en la religión, ya que no reprime la expresión de sus deseos, no los saca de su contexto sexual. Al revés, da la impresión de que a Francisco de Val la religión no le estorba sino que le ayuda a expresar lo que siente. A Francisco de Val la religión no le corta, le estimula. (Volviendo a la letra de "Cuando rezas el rosario", un amante laico diría algo así: querría que me acariciaras y me besaras. Y Francisco de Val así: quiero que sepan a Gloria tus caricias y tus besos).
Si nos fijamos en la letra que canta Carmen de Veracruz (1950), cielo, cáliz, incienso, gloria conviven armoniosamente y con toda naturalidad con caricias, besos, me hayas amado, me soltaré los cabellos y me quedaré dormida sobre tus brazos morenos . Y en la versión censurada de Gloria Lasso, aunque, para disimular, la “mujer-cáliz” sea convertida en “mujer-niño” y desaparezcan muchos elementos amorosos y religiosos, sigue, sin embargo, presente la metáfora fundamental de la versión original: la ofrenda (que realiza el “moreno-sacerdote”) al cielo de la mujer, aunque sea disfrazada de niño (consagración), que, en la versión censurada, termina en un “y dame en la boca un beso” (Comunión) y, en la original, en “Después que me hayas amado” (Común-unión). Y lo mismo sucede en la de Gracia Montes, la del 55, sólo que dándole más peso al elemento amoroso (común-unión) que al religioso.
Aquí os pego la letra (y la música) de las tres versiones de “Camino del cielo”. Los enchufados habéis recibido las canciones en el aviso de entrada y el resto de los mortales (no hagáis caso, ya está actualizado) tenéis que ir a este enlace para escuchar la de Carmen de Veracruz y la de Gloria Lasso con unos comentarios muy interesantes de José Luis Rubio. (Tras pinchar en el enlace, aparecerá el dial. Arrastrad el indicador de posición a la 6ª rayita).
[Actualización 01.09.11
  ]

Y para escuchar a Gracia Montes, pinchad en ... [Ni caso, ya está actualizado en 01.09.11]
En él, si os fijáis en la descripción, a la derecha del dial, aparece el siguiente texto: “Un bolero muy sugestivo, original de Francisco de Val, que grabara Gloria Lasso con la Compañía del Gramófono Odeón en 1952, con acompañamiento de orquesta. Posteriormente lo registró Gracia Montes (en 1955, como ya sabemos) con ritmo flamenco y una segunda estrofa añadida expresamente para ella por el autor”. No sé de dónde han podido sacar eso, ya que la letra de Gracia Montes no añade nada a la de las dos anteriores:

[Actualización 01.09.11
  ]

Camino del cielo (letra y música de Francisco de Val)

Carmen de Veracruz
Llévame sobre tus brazos,
sobre tus brazos morenos,
por el camino adelante
hasta que encuentres el cielo.
Se han vestido los rosales,
sus alas plegó el invierno,
sobre el lecho de los sauces
las aves se están queriendo.
Levántame como a un cáliz,
quema este poco de incienso,
quiero que sepan a gloria
tus caricias y tus besos.
Cuando me tengas en vilo
sobre tus brazos morenos,
bájame poquito a poco
y dame en la boca un beso.
Después que me hayas amado
y estén tus labios sedientos,
he de traerte en mis manos
agua de los riachuelos.
A las orillas del río
me soltaré los cabellos
y me quedaré dormida
sobre tus brazos morenos.
Gloria Lasso
Llévame sobre tus brazos,
sobre tus brazos morenos,
por el camino adelante
hasta que encuentres el cielo.
Se han cubierto los rosales,
sus alas plegó el invierno,
sobre el lecho de los sauces
las aves se están queriendo.
Levántame como a un niño
de lo más alto del cerro
cuando agonice la tarde
y asome el primer lucero.
Cuando me tengas en vilo
sobre tus brazos morenos,
bájame poquito a poco
y dame en la boca un beso.








Gracia Montes
Llévame sobre tus brazos,
sobre tus brazos morenos,
por el camino adelante
hasta que encuentres el cielo.
Se han vestido los rosales,
sus alas plegó el invierno,
sobre el lecho de los sauces
las aves se están queriendo.
Levántame como a un niño
de lo más alto del cerro
cuando agonice la tarde
y asome el primer lucero.
Cuando me tengas en vilo
sobre tus brazos morenos,
bájame poquito a poco
y dame en la boca un beso.
Después que me hayas amado
y estén tus labios sedientos,
he de traerte en mis manos
agua de los riachuelos.
A las orillas del río
me soltaré los cabellos
y me quedaré dormida
sobre tus brazos morenos.

Actualización 27.05.13: Además de estas tres versiones, gracias a la aportación de un comentarista (gracias, Eduardo), he sabido de la relación de Francisco de Val con Gracita del Sacromonte, quien también interpreta "Camino del cielo" en una versión absolutamente original:

No hay comentarios: